Irlandés,
republicano y entusiasta. Hace 50 años que vino por vez primera y se
enamoró de Euskal Herria, sus luchas y sus gentes. Ha contribuido a
tejer múltiples vínculos de solidaridad y ayuda mutua entre su país y el
nuestro, razón más que suficiente para ser omenajeado en la primera
Conferencia Política celebrada por Sortu en setiembre de 2017. Analiza
tanto el proceso irlandés como el vasco y apuesta por desarrollar un
movimiento de izquierda popular en Europa capaz de hacer frente al
capitalismo.
1.- Se dice que eres muy entusiasta. Por encima de todo, eres un apasionado de los idiomas. Hablas una gran cantidad de idiomas. Pero por encima de todo, amas el idioma irlandés. ¿Cuál es la influencia de los idiomas en tu vida y en tu pensamiento?
Sugieres que soy una persona entusiasta, y supongo que debo serlo,
cuando lo pienso, pero nunca me hubiera descrito así. Sin embargo, a los
76 años, todavía estoy peleando para mejorar mi euskera y estudiar un
poco de alemán todos los días. Estoy dando los retoques finales a un
libro (en irlandés) sobre Ecuador (el país de Martita, mi esposa) y en
los últimos años he traducido un par de libros del castellano al
irlandés, uno de los cuales fue escrito por un Preso político
colombiano. Confieso que también estoy leyendo, en este momento, cuatro
libros diferentes: El nuevo guía de la literatura del mundo moderno
(Seymour Smith), El Sueño del Celta (Vargas Llosa), una novela basada en
la vida del patriota irlandés, Roger Casement , ahorcado por los
británicos, y “GO MAIRE TU AN CEAD”, un libro en irlandés sobre asuntos
de salud, se podría pensar que el mío es un caso de entusiasmo
desenfrenado, y que es el único libro que debería leer, por razones
obvias, ¡es el de la salud!
Nací
en 1941, (el mayor de una familia de 6) bajo el dominio británico, en
lo que los británicos se complacieron en llamar “Irlanda del Norte”,
pero en una zona fronteriza, South Armagh, donde en mi infancia los
contrabandistas eran una especie de héroes populares, y aquellos que los
perseguían eran nuestros enemigos. La última generación en hablar
irlandés en mi familia fue la de mis bisabuelos (en ambos lados de la
familia). El colonialismo / imperialismo siempre tiene el genocidio
cultural como parte importante de su agenda. Empecé a aprender irlandés
en clases nocturnas cuando tenía diez años, lo estudié como asignatura,
como el francés (¡eso estaba permitido!) en la escuela secundaria y
luego fui a estudiarlo en la Universidad de Belfast. A los 14 años podía
hablar bien irlandés, porque también ibamos a “Barnetegis” de 3 semanas
y media, durante las vacaciones de verano en un área de habla irlandesa
(áreas llamadas “GAELTACHT” en irlandés) en West Donegal. Mi hermano y
mis cuatro hermanas también aprendieron irlandés de la misma manera. El
irlandés se convirtió en el lenguaje de mi vida y de mi corazón, ¡y lo
seguirá siendo hasta que mis corazones dejen de latir! Nuestro lenguaje
es el registro de la historia de nuestra gente. ¡Es lo que fuimos, y
somos! Estudié francés en la escuela secundaria, y la universidad y
latín en la escuela secundaria solamente. A lo largo de una vida muy
ajetreada, nunca he podido resistir la atracción de los idiomas, por lo
que en diferentes momentos y en diferentes grados, he estudiado algo más
de una docena de idiomas, desde Arabe a Swuahili. He realizado
entrevistas de radio o televisión en 5 idiomas: irlandés, inglés,
francés, español y euskera. ¡Mi amor por el euskera sin embargo es una
historia aparte!
“Nuestro
lenguaje es el registro de la historia de nuestra gente. Es lo que
fuimos y somos. A lo largo de una vida ajetreada, nunca he podido
resistir la atracción de los idiomas, por lo que en diferentes momentos y
en diferentes grados he estudiado he estudiado una docena de idiomas,
desde Árabe a Swahili”.
2.-
En 2018 se celebrará el vigésimo aniversario del Acuerdo del Viernes
Santo en Stormont. ¿Cuál fue el papel del movimiento popular? ¿Cuál fue
la importancia de las organizaciones civiles?
Mentiría
si dijera que, a lo largo de los años, ha habido una gran contribución
de las organizaciones civiles. Los sindicatos tienen un perfil mucho más
bajo aquí que en Euskal Herria, y en el norte de Irlanda estaban
dominados por los unionistas. (¡Los protestantes eran quienes tenían los
trabajos!). En el momento de las protestas en las cárceles (que fueron
seguidas por las huelgas de hambre) teníamos un grupo llamado
“sindicalistas contra HBlock y Armagh” (es decir, la prisión de mujeres
Armagh), pero eran sindicalistas individuales que se agrupaban para
organizar el apoyo a las demandas de los presos sin el apoyo oficial (e
incluso con la hostilidad) de sus propios sindicatos. Estuve involucrado
en su organización, y después de las huelgas de hambre con un grupo de
maestros que trabajaron contra la opresión de la población nacionalista/
republicana en el norte de Irlanda, particularmente en lo que afectaba a
los niños y niñas a los que enseñábamos (la mitad de las 18 personas
asesinadas con balas de goma y plástico eran niños). Algunos lugares de
trabajo se organizaron en apoyo de los Huelguistas, y algunos clubes de
fútbol gaélico/Hurling también lo hicieron, pero las organizaciones a
las que pertenecían nunca dieron ningún apoyo oficial. Algunos
intelectuales, especialmente docentes de las universidades, investigaron
y publicaron libros que respaldaron la lucha, por lo que rebelaba. El
crecimiento de las escuelas de idioma irlandés en el norte de Irlanda en
los años 70, 80 y 90 se relacionó indirectamente con la lucha política /
militar que estaba teniendo lugar. Muchos prisioneros republicanos que
nunca tuvieron la oportunidad de aprender irlandés, y, a decir verdad,
muchos de ellos tampoco lo habían pensado demasiado, aprendieron
irlandés en condiciones casi imposibles en la prisión de Long Kesh,
durante los años de las protestas en prisión. ¡Fue una forma de
resistencia! Y la gente fuera de las cárceles también, de repente vio el
idioma irlandés con más claridad como una cuestión de identidad
nacional y personal. A pesar de la gran hostilidad oficial, las escuelas
primarias de lengua irlandesa crecieron.El festival anual de West
Belfast (FEILE) comenzó en 1987, después de que la primera ministra
británica, Margaret Thatcher, se refiriera a West Belfast como “La
comunidad terrorista” y fue, por supuesto, una forma de resistencia
cultural. Hoy es, entre muchas otras cosas, con mucho, la escuela de
verano más grande de toda Irlanda. Pero quizás el movimiento popular más
grande fue el Movimiento de Resistencia Civil, organizado tras la
introducción del Internamiento sin juicio en 1971.
La
población nacionalista y republicana decidió masivamente negarse a
pagar todas las rentas y tasas (impuestos urbanos) y muchos se negaron a
pagar además el gas y la electricidad. Esto jugó un papel importante en
la decisión del gobierno británico de abolir el Parlamento de Irlanda
del Norte, en el que había habido un único partido (unionista) en el
poder ¡durante los últimos cincuenta años! Los Comités de Defensa
Ciudadana también fueron creados en este período, ayudando a organizar
la defensa de las áreas Católicas/Nacionalistas frente a los ataques de
los paramilitares lealistas. La Asociación para la Justicia Legal fue
una organización pequeña pero efectiva del mismo período. Los Comités de
Apoyo a los Rehenes Políticos se formaron para ayudar a las familias de
los internados sin juicio. También hubo en el transcurso de los años,
Comités de Acción de Familiares, otro grupo, Familiares por la Justicia
sigue existiendo hasta el día de hoy. Las marchas se organizaron en
torno a personas concretas y se volvieron regulares e intensas durante
las huelgas de hambre, a principios de los años ochenta. En el momento
de las negociaciones, en la segunda mitad de la década de 1990 hubo una
campaña pública masiva “Liberar a todos los presos políticos ya”.
3.- ¿Cuál fue el rol de IRA durante el proceso?
A
finales de la década de 1980, el I.R.A. había decidido que era hora de
negociar, aunque no lo decía de manera pública, y los británicos habían
llegado a la misma conclusión. El conflicto ya había durado casi 20
años. El IRA no había persuadido a los británicos de retirarse del Norte
de Irlanda, y los británicos sabían que, con las circunstancias que
prevalecían en Europa occidental, no podían acabar con el IRA. El
liderazgo del Movimiento Republicano lideró el Proceso de Paz. El nivel
de acuerdo alcanzado entre el líder del SDLP, John Hume y Gerry Adams,
del Sinn Fein, alcanzado después de un par de años de reuniones
secretas, era parte de los antecedentes necesarios, así como lo fue un
cierto nivel de entendimiento con el gobierno irlandés. Aunque en
algunas ocasiones el Gobierno británico tuvo sus propios contactos
directamente con el IRA, la negociación pública fue con el liderazgo del
Sinn Féin. Sin embargo, todos, incluido el gobierno británico, sabían
que el Sinn Féin nunca aceptaría nada que no fuera aceptable para el
liderazgo del IRA. Finalmente cuando “se pusieron las armas fuera de
uso”, la relación no fue con el Gobierno británico, sino con un grupo
internacional conformado para ese fin de manera acordada, aquella fue la
única parte en la que el IRA estuvo directamente involucrado. Desde
luego fue importante, que el propio IRA “pusiera las armas fuera de uso”
y ¡nada fuera entregado a los británicos!
4.- La primera vez que viniste al Euskal Herria fue en 1968. ¿Cómo llegaste aquí?
Llegué
a Euskal Herria como profesor de inglés en 1968. Tenía 27 años y tenía
una esposa con dos hijos muy pequeños. Nos quedamos algo más de tres
años, volvimos a Irlanda (a Belfast) en agosto de 1971. Cuando llegué,
sabía muy poco sobre Euskal Herria, pero rápidamente comencé una
empinada curva de aprendizaje.
5.- ¿Qué tipo de lucha encontraste aquí? ¿Cómo fue la relación con el movimiento independentista vasco?
Poco
tiempo antes de llegar, ETA había matado a un Guardia Civil llamado
Melitón Manzanas. El franquismo todavía estaba fuerte con mucha policía
en todas partes. Las manifestaciones, normalmente terminaban con porras
policiales y manifestantes siendo perseguido por las calles de Donostia
por la Guardia Civil. Pero había un movimiento considerable justo bajo
la superficie. Los nacionalistas vascos formaron “clubes de montañismo”,
por ejemplo, para poder debatir ideas. Los panfletos se dejaban en los
buzones con la “saludable advertencia”, Irakurri eta erre. Hubo algunas
ikastolas que funcionaron heroicamente con dificultades extremas.
Recuerdo que fui invitado a una ikastola para dar una charla sobre lo
que estaba sucediendo en Irlanda (¡”The Troubles” habían comenzado!) y
por qué. Este tipo de charlas erán una oportunidad para los vascos, no
solo para saber sobre Irlanda, sino para hablar, de forma encubierta,
sobre su propia situación, fingiendo que realmente estaban hablando de
Irlanda. Algunos libros y revistas se publicaban en euskera. Recuerdo
“Zeruko Argia” ¡Supongo que lo de “Zeruko” ayudó a superar a los
censores! Pero los periódicos de la mañana eran “La Voz de España” y el
“DiarioVasco”. Asistí a una “afaria” en Usurbil para el lanzamiento de
un primer libro de poesía en euskera por un joven poeta llamado
Harzabal. Los jesuitas en Mundaiz obtuvieron chivatazo secreto sobre el
interés de la policía en mi inexistente permiso de trabajo. Parte de mi
trabajo era enseñar inglés en Estudios Empresariales en la E.U.T.G.
Puede que mi contribución a la caja de resistencia de los trabajadores
de Michelin en Lasarte fuera transmitida por algún estudiante “chivato”.
Vivimos la tensión del Juicio de Burgos e incluso pude hacer un poco de
trabajo de solidaridad, traduciendo material de Gales para uno de los
abogados defensores, Miguel Castells Artetxe. En ese momento, no sabía
nada de ninguna relación entre los republicanos irlandeses y el
Movimiento Independentista vasco. Años más tarde, a mediados de los años
ochenta, cuando trabajé por primera vez en el Departamento
Internacional del Sinn Féin, descubrí que el Sinn Féin tenía relación
con Euskadiko Ezkerra. Dadas las circunstancias, expresé mi sorpresa y,
al parecer, no era el único sorprendido porque pronto se fortaleció la
relación con Herri Batasuna.
6.-
Conoces bien Euskal Herria. Aprendiste euskara. Además, uno de tus
sueños fue comprar una casa en Euskal Herria. Hoy en día, cada año pasas
dos o tres meses en Lizartza. ¿Cuál es la influencia de nuestro país en
tu vida? ¿Cuál es su relación emocional y política con Euskal Herria?
Espero
que no suene inapropiadamente romántico si digo que durante esos tres
años en Donostia, me enamoré de Euskal Herria. Esa tierra
pirenaicoatlántica de altas montañas y profundos valles verdes, a menudo
cubiertos por brumas, seganó mi corazón. Y allí también hice buenos
amigos. Llegué a Euskal Herria más o menos por casualidad. ¡Unos años
antes había pensado en serio ir a la Unión Soviética! Pero una vez que
llegué a Euskal Herria, ¡me enganché! Todo lo que descubrí sobre la
historia, la cultura y las luchas vascas me atrajo y me fascinó,
especialmente el euskera. Aprendí un poco de euskera en ese momento, ¡y
me prometí a mí mismo que cuando encontrara tiempo en el futuro iba a
aprender euskera! Pero cuando regrese a Irlanda, la vida se volvió muy
agitada y la posibilidad de aprender euskera se volvió cada vez más
remota. Pero una promesa es una promesa, y durante muchos años, el día
de Navidad, cogía mi libro de euskera (Método de Euskera Radiofónico
-Gipuzkoera) de Juan Oñatibia, publicado en la década de 1960, y lo
estudiaba durante una hora, ¡o incluso media hora! Sabía que no iba a
aprender euskera de esa manera, ¡pero era un símbolo de mi resolución de
aprenderlo algún día!. Con mi fallecida esposa Pádraigín, logré cumplir
un sueño, al comprar un viejo piso en un pueblo euskaldun en 1998.
Desde entonces Lizartza (Tolosaldean, Gipuzkoa) se ha convertido en mi
segundo hogar espiritual y mi lucha por dominar el euskera, que amo,
¡continúa!. Fui Concejal del Sinn Féin (en Lisburn) durante 12 años, me
presenté dos veces en las elecciones de Westminster (el Sinn Féin es
abstencionista en Westminster, se presenta pero no toma los cargos) en
la circunscripción mayoritariamente unionista de Lagan Valley y fui
miembro activo tanto del Departamento Cultural (lengua irlandesa) y del
Departamento Internacional. Fui jefe del Departamento Internacional y,
ex oficio, miembro del Sinn Féin Ard Chomhairle (nuestra Mesa Nacional).
También fui durante un tiempo portavoz del partido en Educación.
Desde mediados de los años ochenta hasta finales de los noventa, yo era
la persona del Sinn Féin que más frecuentemente representaba al partido
en Euskal Herria. Además de todo eso, desde la década de 1970 hasta la
actualidad, calculo que centenares de vascos de la Izquierda Abertzale
se han quedado en nuestra casa en Belfast, ¡incluidos algunos buenos
miembros de las sucesivas Mesas Nacionales!
7.- Desde su punto de vista, ¿cuál es el desarrollo del movimiento indepententista vasco durante estas cinco décadas?
A
nivel del Estado español, se reconoce a ETA haber puesto el último
clavo en el ataúd del régimen de Franco. Pero cuando llegó la autonomía
vasca nunca fue, en varios aspectos, lo que debería haber sido, y luego,
incluso los poderes que se habían prometido, no siempre se
transfirieron. La lucha armada por la independencia completa continuó.
En los años 60, 70, 80, la lucha armada todavía era parte de la cultura
política de una parte de la izquierda a nivel mundial. El derecho a la
autodeterminación nacional era (y es), al menos en teoría, respaldado
por las Naciones Unidas. En un Estado que dijo: “no importa lo que
quiera el pueblo vasco, la Constitución española no permite la
posibilidad de la independencia vasca”, había una justificación moral
para la lucha armada en Euskal Herria, e incluso había alguna
posibilidad de éxito para tal lucha. Pero, con el paso del tiempo, la
lucha armada no trajo los resultados esperados y la opinión
internacional también estaba cambiando. ¡El ataque a lasTorres Gemelas
en Nueva York fue un hito! A largo plazo, los resultados de muchos
sacrificios se estaban volviendo escasos, pero los vascos seguían
encarcelados con largas condenas, las familias seguían sufriendo y el
“terrorismo” le daba al gobierno español la excusa para la represión de
toda la contestación en Euskal Herria. Al final, parecía que la
resistencia armada estaba sirviendo más al Estado español que a la causa
vasca. Aquel de los dos principales partidos españoles que más
reprimiera a los vascos, obtenía el mayor número de votos en las
elecciones españolas. Creo que estas son las consideraciones que
provocaron un cambio en la estrategia de Izquierda Abertzale. Pero la
lucha armada también produjo resultados positivos, además de la
afirmación continua del derecho vasco a la independencia nacional. La
lucha armada trajo la represión del Estado español a Euskal Herria y
esto hizo que más personas fueran “independentistas”. De cualquier
manera, ya estaban surgiendo otros medios para lograr los mismos fines.
“El
conflicto ya había durado casi 20 años. El IRA no había persuadido a
los británicos de retirarse del norte de Irlanda, y los británicos
sabían que, con las circunstancias que prevalecían en Europa occidental,
no podían acabar con el IRA”.
8.-
Tuviste serias responsabilidades como miembro del Sinn Féin y conoces
el proceso vasco mucho mejor que muchas otras personas. ¿Cuáles son las
similitudes y las diferencias entre ambos procesos en Euskal Herria e
Irlanda?
Me
preguntas acerca de las similitudes y diferencias en los procesos vasco
e irlandés.Una gran similitud es inmediatamente obvia. Somos dos
naciones pequeñas e históricas con el legítimo deseo de ser libres como
pueblos, para decidir nuestro propio futuro. Queremos ser capaces de
preservar y revitalizar nuestras respectivas lenguas que han sufrido un
genocidio cultural a manos de vecinos agresivos. ¡Otra similitud clara
en los dos procesos es que ni ETA ni el IRA entregaron sus armas a sus
enemigos! Sin embargo, las mayores diferencias surgen de las diferentes
actitudes hacia un proceso de paz, de los estados involucrados. Los
Británicos querían el fin de la lucha armada en el norte de Irlanda y
estaban dispuestos a hacer concesiones para lograrlo. Los españoles
habrían preferido derrotar a ETA pero no pudieron lograrlo. En estas
circunstancias, creo que es cierto que si el Estado español hubiera
tenido que elegir entre una lucha armada continua o cualquier concesión
significativa a los vascos, ¡hubieran preferido el conflicto armado! Esa
es una diferencia muy significativa entre las actitudes británica y
española.
Pero
hay otras diferencias. La primera ministra británica, Margaret
Thatcher, pudo decir en cierto punto que “West Belfast es tan británica
como Finchly” (su propia circunscripción en Londres) pero incluso ella
sabía que esto era totalmente falso y que la mayoría de los votantes
británicos no lo creían. ! Por otro lado, muchos votantes en el Estado
español creen que Bilbao y San Sebastián (sic) son ciudades españolas.
¡Es lo que les dijeron y es lo que creen! Por otra parte, existe un
Estado soberano de Irlanda que cubre cinco sextos (cinco sextas partes)
de la isla de Irlanda. El gobierno irlandés quería el fin del conflicto
armado y una solución que, como mínimo, otorgara la plena igualdad y el
reconocimiento de la total legitimidad de sus aspiraciones para la
unidad irlandesa a el casi 50% de la gente del norte que se consideran
irlandeses, y no británicos. También querían un mecanismo que permitiera
una eventual unidad irlandesa por medios pacíficos. Me gustaría
remarcar otros dos puntos brevemente. Primero: el gobierno laborista de
Tony Blair en Londres tenía una gran mayoría, por lo que, aparte del
hecho de que el laborismo británico fuera menos hostil a las
aspiraciones nacionalistas irlandesas que los conservadores, podían
contemplar concesiones sin el riesgo de perder el poder. Segundo: La
estrella electoral del Sinn Féin subía desde la Huelga de Hambre y se
podía prever la posibilidad de un mayor éxito electoral si las
negociaciones en el Proceso de Paz eran razonablemente exitosas.
Esa
sería una forma de acercarnos a una Irlanda unida, por medios
pacíficos. En los Estados Unidos había (y hay) un lobby Irlandés
razonablemente poderoso (político y económico) formado en gran parte
(pero no del todo) por personas de ascendencia irlandesa. Este grupo de
presión era partidario de encontrar una solución pacífica en términos
similares a los del Gobierno irlandés. Estados Unidos no es solo una
potencia mundial, sino que, tradicionalmente, Gran Bretaña y los EEUU
son aliados. La Unión Europea también quería una solución y estaba
dispuesta a dar apoyo económico a cualquier solución acordada por los
Gobiernos británico e irlandés y los partidos republicano/nacionalista y
unionistas en el norte de Irlanda. Sobre la importante cuestión de los
presos políticos también hay diferencias.
La
administración británica en Irlanda no tenía prisioneros políticos
entre su propia gente, ¡no más que el Estado español! Los soldados
británicos, que en realidad habían cometido asesinatos en el norte de
Irlanda, recibían condenas ligeras que, de forma rutinaria, se acortaban
más tarde, y por lo general regresaban al ejército británico, donde
eran ascendidos a rangos superiores. Pero los aliados unionistas /
lealistas de los británicos sí tenían prisioneros políticos, por lo que
la mayoría del lado unionista siempre estaría a favor de una solución al
problema de los prisioneros. La dispersión de prisioneros políticos
nunca fue parte de la política británica en el norte de Irlanda, pero
para poder liberar a todos los prisioneros, los que habían sido
arrestados en Inglaterra fueron transferidos a Long Kesh (los británicos
lo llaman la prisión de The Maze). Una delegación sudafricana de tres
ministros del gobierno, así como el principal negociador en su proceso,
Cyril Rhamaposa, pudieron entrar en Long Kesh para reunirse con presos
republicanos, de manera colectiva. ¡Y la ministra del gobierno
británico, Mo Mowlam, entró en la prisión para hablar con los
prisioneros lealistas, colectivamente!
9.-
Dijiste que es absolutamente importante que el proceso de paz avance y
no se le deje detenerse. Cuando tú estás listo para avanzar, pero la
parte opuesta no quiere moverse, puede resultar realmente frustrante.
¿Cuáles son las claves para persistir? ¿Puedes darnos algún consejo?
Sería
extremadamente presuntuoso por mi parte dar consejos a un movimiento
maduro y endurecido por las batallas en otro país. Solo puedo dar
“opiniones”. Si la actitud del Gobierno español hacia quienes buscan el
derecho razonable de los vascos a decidir sobre su propio futuro es
motivo de frustración, no se trata de algo imprevisto. ¡Es importante
enfatizar eso! Pero así como la represión española en el pasado tenía un
costo para España, al aumentar el número de independentistas en Euskal
Herria, la intransigencia de España en la actualidad, su incapacidad
para ser flexible, por ejemplo, en la cuestión de los presos políticos,
está teniendo el mismo efecto.
Un
movimiento popular de masas que pueda aprovechar esto es de suma
importancia. ¡No puede haber ninguna pausa en eso! ¡La frustración de la
gente es ahora! Toda intransigencia por parte de España debería hacer
vascos, más vascos, todos los días, política, social, cultural y
lingüísticamente. Y, construir estructuras alternativas a las impuestas
por los estados español y francés, que involucren a las siete
provincias, es, me parece, una idea fructífera que no debe descartarse.
Pero no olvidemos que en la batalla por los corazones y las mentes, el
verdadero progreso ha sido y está siendo hecho.
Si
España, como parece ser el caso, es incapaz de adoptar una flexibilidad
pragmática, entonces la ruptura del Estado español no solo es posible,
sino probable. Lo que sea que la derecha española pueda sentir como un
regreso al franquismo no es posible. ¡España, no es necesario decirlo,
no se formó democráticamente! ¡No siempre existió y no siempre existirá!
La única persona que claramente no entiende la historia es la que dice
que “nada va a cambiar aquí”. ¡Toda la historia demuestra exactamente lo
contrario! La perseverancia activa de parte de los vascos es necesaria.
El impulso social no debe estancarse. Es axiomático, que es más fácil
mantener en movimiento un objeto que ya se está moviendo ¡que comenzar a
mover un objeto que está parado!
“Una
similitud clara en los dos procesos es que ni ETA ni el IRA entregaron
sus armas sus enemigos! Sin embargo las diferencias surgen de las
diferentes actitudes hacia un proceso de paz, de los estados
involucrados”.
10.-
Como sabes, el independentismo vasco cambió su estrategia pero no sus
objetivos. ¿Qué piensas de esta decisión? ¿Cuál debería ser la forma de
lucha de los movimientos populares de izquierda en Europa en el siglo
XXI?
En
las circunstancias que hemos detallado aquí, el cambio de estrategia
era claramente necesario. Sin embargo, se requería un valor loable para
tomar la decisión. La Izquierda Abertzale, después de una amplia
consulta y profunda reflexión, tomó la decisión. Creo que, parafraseando
a Fidel Castro, la historia va a justificar esa decisión. Desarrollar
un movimiento de izquierda popular en Europa es claramente importante, y
hay que trabajar en ello. Que el capitalismo mundial esté en una crisis
considerable, es sin duda una ventaja, pero la idea de que lo único que
tenemos que hacer es sentarnos y esperar es claramente absurda. No
debemos subestimar el valor de un buen ejemplo político. ¿Podría ese
ejemplo venir de Catalunya y Euskal Herria?
11.-
¿Cómo ves el proceso de independencia de Cataluña? ¿Cuál será la
influencia del proceso catalán en otros procesos en Europa como el vasco
o el irlandés?
Creo
que el “Camino Catalán” es un buen camino. No se desarrolló de la noche
a la mañana, y supo aprovechar la crisis política y económica en el
Estado español. El futuro inmediato en Catalunya es un futuro de
enfrentamiento con el Estado español. Cuál será el resultado final,
nadie lo sabe, pero creo que es cierto que ha habido un cambio radical
en Catalunya y que las cosas nunca volverán a donde estaban. Esto tiene
implicaciones interesantes para Euskal Herria, e incluso podría indicar
el comienzo de que Europa, en su conjunto, se vea obligada a buscar
formas nuevas y más democráticas de gobernarse a sí misma. Esto solo
puede ser bueno para países como Escocia e Irlanda, víctimas históricas
de las viejas malas formas •